domingo, 27 de julio de 2014

«Nada está verdaderamente oculto, lo que sucede es que no sabemos verlo».





Descripción

Nuestra personalidad es muy compleja. La misma palabra “persona”, deriva del griego que significa “máscara” y una máscara no es lo que uno es, sino una representación.
Las máscaras se utilizan en todas partes del mundo porque cada ser tiene diferentes facetas: Lo que somos, lo que queremos ser, lo que aparentamos, lo que los demás ven o quieren ver en nosotros, lo nuestro que desconocemos.
El disfraz permite sacar temporalmente la máscara que siempre llevamos. Esto quiere decir que una parte de nosotros mismos esta “enmascarada”.Cuando nos disfrazamos, nos permitimos representarnos como quisiéramos ser y después nos volvemos a colocar la máscara de nuestra “personalidad socializada”. Cada uno de nosotros creamos nuestras máscaras a partir del entorno en el que nos encontremos, para defendernos, para atacar o simplemente para agradar, una parte de esas máscaras y lo que ocultan nos son desconocidas.

Cualquier disfraz  o máscara, refleja algo de nosotros mismos. Siempre que se trabaja con máscaras algo de la identidad se pone en juego.


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